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Día Mundial del Cerebro: 6 hábitos que podrían beneficiar al sistema nervioso

En un día clave para tomar consciencia sobre la importancia de este órgano, conoce más sobre sus funciones y qué recomendaciones se pueden adoptar para mantenerlo sano. 

El cerebro es el único órgano del cuerpo humano que no puede ser reemplazado. Las enfermedades que lo afectan son la causa más importante de discapacidad en el mundo, afirma la Federación Mundial de Neurología (WFN, por sus siglas en inglés).

En ocasión del Día Mundial del Cerebro, conoce cuál es su rol en el cuerpo, qué enfermedades lo perjudican y algunas recomendaciones profesionales, para mantenerlo saludable.

Por qué se celebra el Día Mundial del Cerebro

El Día Mundial del Cerebro se conmemora cada 22 de julioSe trata de una efeméride instaurada por la WFN. Según consignan a través de su página web, la fecha elegida se debe a que esta entidad se fundó el 22 de julio de 1957. Pero fue recién en el año 2014 que comenzó a celebrarse, con el objetivo de aumentar la conciencia pública y la promoción de la salud del cerebro.

En el año 2022, el lema es «salud cerebral para todos», ya que la WFN considera que, “nuestros cerebros continúan siendo desafiados por pandemias, guerras, el cambio climático y una miríada de trastornos que afectan la existencia humana a nivel mundial”.

Por ello, la campaña de este año está enfocada en cinco mensajes clave: conciencia de que la salud del cerebro es vital para el bienestar mental, social y físico; prevención, dado que muchas enfermedades cerebrales se pueden prevenir; soporte, porque se requieren esfuerzos globales para una salud cerebral óptima; educación; y acceso equitativo a los recursos, el tratamiento y la rehabilitación.

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Cuál es la importancia del cerebro

Por otra parte, la WFN destaca que el cerebro es el órgano “más sorprendente y complejo del cuerpo humano”. De acuerdo a la entidad, hay alrededor de diez billones de conexiones entre neuronas que nos ayudan a leer, escribir, mirar, aprender, planificar, pensar, sentir, movernos y resolver problemas a diario.

Al respecto, Andrés Barboza, médico neurólogo, Máster en Neuroinmunología y presidente de la Sociedad Neurológica Argentina (SNA), explica que el cerebro es “el ícono” para entender al sistema nervioso,  presente en todo el cuerpo. 

“El cerebro es como la central que está conectada a través de sus nervios periféricos con cada parte del cuerpo y controla y regula la totalidad de las funciones corporales. Entendemos al sistema nervioso como un todo funcionando”, añade el neurólogo. 

Según el especialista, el cerebro funciona y existe gracias a sus conexiones en unión con todo el cuerpo y es el único órgano que no se puede reemplazar. 

“En el cerebro está el asiento de la conciencia y la capacidad de darnos cuenta de todo. Es la base biológica de nuestro ser: lo que somos, lo que pensamos y lo que sentimos, pasa por nuestro cerebro. Independientemente de la percepción filosófica que queramos tener, el asiento biológico físico sigue siendo el cerebro a través de todo el sistema nervioso”, acota Barboza.

Respecto de sus funciones, Barboza explica que el sistema nervioso recibe información externa e interna de forma permanente y que, en función de los datos recibidos, genera conductas de adaptación simples y complejas: “Es la principal fuente de adaptación que tenemos como seres vivos a nuestro entorno”, destaca.

Cuáles son las enfermedades que afectan al cerebro

Conforme a información difundida por la WFN a través de su sitio web, las enfermedades que afectan al cerebro son la causa más importante de discapacidad en el mundo

Frente a ese escenario, Barboza reflexiona sobre la relevancia de las enfermedades del sistema nervioso y sobre la necesidad de que todas las personas puedan acceder al cuidado, al tratamiento, a la prevención y a la rehabilitación de las afecciones neurológicas.

Entre las afecciones más frecuentes que causan discapacidad, el médico destaca:  el accidente cerebrovascular, la epilepsia, los traumatismos de cráneo y de columna y la migraña, una de las principales causas de ausentismo laboral en personas jóvenes. 

No obstante, reconoce que también hay otros padecimientos no tan frecuentes, pero importantes como la esclerosis múltiple, la esclerosis lateral amiotrófica o las encefalopatías crónicas no evolutivas (antes conocidas como parálisis cerebrales).

6 consejos para mantener el cerebro saludable

De acuerdo al experto argentino, existen algunas recomendaciones para conseguir que el cerebro se mantenga sano, estas se relacionan con hábitos de vida saludable y con el control médico.

En primer lugar, es preciso controlar los factores de riesgo vascular. En ese sentido, Barboza resalta la importancia de hacer chequeos médicos periódicos y mantener vigilados los niveles de tensión arterial, de glucemia, de colesterol y de triglicéridos.

Por otro lado, recomienda no fumar. De acuerdo con el neurólogo, el tabaquismo tiene efectos nocivos para la salud en general, aunque afecta al sistema nervioso en particular al generar un daño importante en las arterias cerebrales y al comprometer el sistema de irrigación. 

Igualmente, el médico advierte que el acto de fumar aumenta el riesgo de otras enfermedades que pueden afectar al sistema nervioso y las personas que fuman «suelen tener peores pronósticos (…) el tabaco va paulatinamente afectando las arterias y va generando daños que son irreversibles».

Sumado a eso, es aconsejable no excederse en el alcohol. De acuerdo al especialista, si bien el consumo de este tipo de bebidas forma parte de la cultura desde tiempos ancestrales, lo ideal es no excederse en su ingesta dado que hacerlo se asocia a «innumerables enfermedades, dentro de las cuales el sistema nervioso no es la excepción» y empeora los pronósticos. Frente a esto, Barboza aconseja no beber más que media copa de vino por día.

Otro hábito fundamental para un cerebro sano es, según el médico consultado, la práctica de ejercicio regular. De acuerdo a lo que recomienda, este debe ser frecuente, idealmente no menos de dos días a la semana.

Según el neurólogo, una buena opción es el ejercicio aeróbico. Asimismo, sugiere a los pacientes que una práctica segura son las caminatas con una duración aproximada de 40 minutos. «Cuando sales a caminar, haces buena actividad física y no pones en riesgo ni a las articulaciones ni al corazón».

Al evitar el sedentarismo, profundiza, se previenen dolores de cabeza o de espalda, dos causas de consulta frecuente en el consultorio. Así también, esta actividad tiene un efecto positivo sobre las enfermedades neurológicas.

Por otro lado, Barboza aconseja a quienes deseen poner en práctica otras disciplinas de mayor intensidad, consultar con un médico para ver si su estado cardiovascular lo permite y además hacerlo con un entrenador calificado para evitar lesiones.