Internacional

Reabrirían caso del ex agente de la DEA ‘Kiki’ Camarena en EU

El caso del asesinato del ex agente de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), Enrique ‘Kiki’ Camarena, se reactivó en una corte de Estados Unidos donde se llevará a cabo nuevamente el juicio de uno de sus torturadores: se trata del ex policía judicial de Jalisco, Raúl López Álvarez.

Documentos a los que MILENIO tuvo acceso revelan que el caso regresará a un juez a pesar de que en 1988 fue condenado a pasar 249 años por torturar durante 36 horas, y después asesinar junto con los narcotraficantes Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca, al agente de la DEA que se infiltró en el cártel de Guadalajara.

Y es que según la defensa, recientemente el gobierno reconoció que se cometieron irregularidades en su proceso judicial, donde incluso personal de agencias norteamericanas mintieron en sus declaraciones. Además que López Álvarez ahora exige que se corrija su sentencia y se le descuenten 70 años, lo que lo dejaría 179 años tras las rejas.

Raúl López Álvarez tenía apenas 28 años cuando fue sentenciado en una corte de Los Ángeles, California y sus declaraciones fueron relevantes para el caso Camarena ya que fue él, quien aseguró, que Rafael Caro Quintero “se dejó llevar” y se le pasó la mano torturando al ex agente.

Otra de las escenas que narró y permite reconstruir las horas en que a Camarena lo torturaron, fue que Ernesto ‘Don Neto’ Fonseca estaba tan enfurecido que incluso abofeteó al narcotraficante Rafael Caro Quintero.

Sin embargo, meses más tarde López Alvarez se retractó de sus declaraciones y se dijo inocente: y es que la principal evidencia consistió en confesiones grabadas en video que hiciera a Abel Reynoso, un agente encubierto de la DEA.

La defensa argumentó que estas declaraciones eran mentiras que López Álvarez había inventado para convencer a los agentes, para impresionarlos. Las autoridades calificaron como poco creíble esta nueva versión y se le sentenció a pasar todo lo que le restaba de vida en prisión.

Desde marzo de este año la defensa del expolicía y tras 33 años en prisión presentó una apelación ante la Fiscalía del Distrito Central de California para regresar al mismo juzgado donde fue sentenciado su caso.

A través de documentos ingresados entre marzo y mayo, su defensa aseguró que recientemente el gobierno de Estados Unidos ha desclasificado información sobre los juicios relacionados con el caso ‘Kiki’ Camarena, donde a través de una revisión interna, se descubrieron graves errores en los dichos de testigos que declararon en contra de Raúl López Álvarez.

Una de ellas se trata de la declaración que rindiera el ex agente, Michael Malone, de la unidad de cabellos y fibras del Laboratorio del FBI, uno de los testigos claves para sentenciar a los implicados en el caso Camarena, quien al parecer habría realizado informes inadmisibles y testimonios falsos entre otras irregularidades.

Otra irregularidad que acusó la defensa del mexicano, es que tras su sentencia en 1988 y luego de que comprobaron que no había suficiente evidencia para sustentarlos, a Lopez Alvarez se le retiraron dos cargos relacionados con el secuestro de Camarena.

Sin embargo, por razones que se desconocen hasta el momento, el tribunal no corrigió y notificó a las autoridades penitenciarias de Estados Unidos sobre la nueva sentencia.

Un documento ingresado en marzo del año 2006 y que este diario revisó, revela que los dos cargos relacionados con secuestro le habrían restado 70 años de prisión, (60 por uno y 10 por el segundo) así como el reembolso de 100 dólares.

Actualmente López Alvarez logró que su caso sea devuelto a un juez de primera instancia para que reactive su caso y ya sea que se enmiende, lo que considera su defensa fueron errores durante el juicio y posteriores años, o se quede igual y que López Álvarez continúe tras las rejas lo que le queda de vida.

El 7 de febrero de 1985, el agente especial de la DEA Enrique Camarena y el piloto Alfredo Zavala, desaparecieron a plena luz del día en Guadalajara. Un mes después, sus cuerpos fueron encontrados cerca de Zamora, Michoacán, México. Fueron torturados y asesinados.