Turismo virtual la tendencia ante crisis sanitaria
*Bioseguridad la nueva garantía para poder conservar a los clientes presenciales
“El turista virtual inicia la experiencia de viaje mucho antes de llegar al lugar de su elección, y esto es posible gracias a la variedad de elementos que ofrecen los medios digitales, como fotos, videos, relatos de otros viajeros, itinerarios e infinidad de información relacionada con el turismo. Además, podemos planear el viaje, comparar opciones, adquirir los pasajes y luego compartir nuestras experiencias, todo a través de las facilidades que nos brindan las nuevas tecnologías”, refirió Ángela María Claro Londoño, docente de la carrera de Gestión de Empresas Turísticas en la Universidad Autónoma de Guadalajara.
A raíz de la pandemia las ventas se han reducido, en algunos casos a cero. En varios lugares de gran importancia turística cerraron prácticamente todos los hoteles, explicó. Esta situación abrió las puertas al turismo digital o virtual. Como en otras actividades, la educación, los deportes y los espectáculos, el turismo también ha favorecido los entornos virtuales.
Dijo que si bien el covid-19 ha marcado a toda una generación al cambiar profundamente la forma de negociar y ofrecer servicios, el turismo se basa en el contacto humano por lo que los empresarios deben transformar su giro para ofrecer bioseguridad a sus clientes y dar la confianza necesaria.
“Las herramientas virtuales llegaron para quedarse, así que el sector turístico deberá estar preparado para abrirse cada vez más a las posibilidades que ofrecen, sin embargo, el turismo presencial jamás podrá ser reemplazado por el virtual o digital”, aseveró la experta.
Precisó que la cuarentena ha motivado a diferentes destinos de todo el mundo a crear videos de gran calidad, en los que se muestran recorridos por lugares históricos, museos, restaurantes, el folclor local, etcétera, por los que los viajeros virtuales pueden transitar.
El turismo virtual consiste en el uso de herramientas digitales para “trasladarse” a otros lugares. Hay recorridos de 360 grados, donde el usuario decide qué quiere ver, y realidad aumentada a través de diferentes aparatos que se ofertan en el mercado para acercarse más a las sensaciones físicas, incluso el cine 4D ofrece proyecciones que tratan de crear una experiencia más cercana a la realidad.
“Es posible hacer un recorrido virtual por el museo del Louvre, por ejemplo, sin siquiera subir a un avión, o visitar el Taj Majal sin haber puesto un pie en India”, dice la maestra Ángela María, y aclara que “no es lo mismo que el turismo virtual que el consumo de contenidos digitales como los que un YouTuber o bloguero de viajes nos muestra, pues lo que vemos en los videos de estos son sus experiencias. El turismo virtual nos permite observar de manera personal, y formar emociones y opiniones propias sobre lo que estamos viendo”.
Redacción