Pandemia del coronavirus pone en la cuerda floja a las librerías mexicanas
Mientras los negocios se reactivan en la «nueva normalidad» mexicana, decenas de librerías históricas y de barrio dudan sobre la posibilidad de reabrir, lo que dejaría un vacío cultural y económico difícil de llenar.
Muestra de ello es Salgari, la única librería del barrio Pedregal de Santo Domingo de Coyoacán, en el sur de Ciudad de México, que este fin de semana abrió después de tres meses del confinamiento, aún con la incertidumbre de qué protocolos seguir y cómo mantener los ingresos.
«Con la ‘nueva normalidad’, el reto principal para todas las librerías independientes en el país es sobrevivir con la venta de libros, ha sido muy complejo para toda la red, para todos mis colegas, para nosotros, sostenernos estos meses«, expresa en entrevista Diego Castillo, uno de los propietarios.
Este establecimiento es parte de la Red de Librerías Inedependientes (RELI), una agrupación que lucha por resistir a la crisis de COVID-19.
Tras más de cuatro meses de epidemia, algunos estados reabren negocios, pero las librerías aún no ven claridad pese al valor que aportan.
«Estamos empezando a salir después de este bache, estamos saliendo, abriendo nuestras puertas, entonces todavía no estamos encarrerados, nos estamos encontrando los nuevos impedimentos y las nuevas dinámicas«, relata Valentina Barrios, también copropietaria.